[Este artículo fue escrito para un debate organizado para la Carrera de Ciencia Política en la Universidad Pública UAGRM de Santa Cruz, Bolivia. El debate tenía a Christopher Mattix como representante pro-Israel, mientras que otros dos, incluyendo un imam musulmán, representaban el pro-palestina. Pueden ver el Facebook Live del evento, incluyendo el argumento de este artículo que pueden leer abajo y las preguntas y respuestas por medio de los alumnos que siguieron. Material complementario: Estudio de Apocalípsis, Estudio de Daniel y Alcanzando a musulmanes.]
Como historiador y teólogo, quisiera dar una mirada detallada al polarizaste conflicto que se vive hoy entre Israel y Palestina, explicando la situación y dando unas pautas de cómo se podría resolver.
Joel Rosenberg, autor #1 en ventas a nivel internacional, es un judío convertido al cristianismo que vive en Jerusalén y regularmente aparece en CNN, BBC, etc. El 9 de agosto, 2018 escribió:
“Oren que no ocurra. Oren que los civiles de ambos lados puedan ser guardados de este horror. Pero todas las señales apuntan a que una nueva guerra está a punto de ocurrir entre Israel y Hamas y los otros terroristas en Gaza.
Han pasado exactamente cuatro años desde la última guerra abierta entre Israel y los terroristas en Gaza… Desde entonces, una tregua tenue ha persistido.
El gobierno egipcio del presidente el-Sisi merece mucho crédito por trabajar activamente detrás de las escenas en persuadir a Hamas… y otros grupos terroristas a mantenerse calmados… Pero ahora, en 2018, hemos tenido una dramática escalación. Mayo 29 – más de 70 misiles enviados contra Israel. Junio 20 – más de 45 misiles enviados contra Israel. Agosto 8 [al 10] – más de 1000 misiles enviados contra Israel… El IDF (el ejército judío, de los más temidos del mundo) ya contraatacaron [cientos de] campamentos terroristas en Gaza. Cientos de miles de Israelitas pasaron la noche en refugios de bombas… Además, desde mayo, [terroristas han incendiado enormes cantidades de] bosques y sembradíos [en Israel]… han causado millones de dólares en daños.
En abril, Yahya Sinwar, el líder de Hamas prometió que él y sus soldados: ‘Demolerían la frontera’… agregando que: ‘Nos vamos a Jerusalén, con millones de mártires.’ En la cadena televisiva árabe Al Jazeera declaró: ‘Tomaremos la frontera con Israel y les arrancaremos los corazones de sus cuerpos.’ …Los soldados [judíos] de IDF quienes están comprometidos con proteger sus fronteras, fueron forzados a [defenderse y] disparar sobre sus atacantes, matando y lastimando a muchos, ya que se comprobaron de que el 80% eran terroristas.
Hasta ahora, los oficiales de Israel han decidido no movilizarse ni mandar un ataque completo de tierra y aire en contra de Gaza. Pero Hamas y sus aliados terroristas claramente están intentando provocarles a la guerra. Los palestinos de Gaza tienen terrenos invaluables al lado del mar Mediterráneo. Tienen personas inteligentes y trabajadoras. Tienen reservas de gas natural justo al lado de la costa que compañías de petróleo están dispuestas a desarrollar, si tan solo habría paz… Durante los últimos 13 años la gente en Gaza podría haber estado construyendo una sociedad libre y próspera. Pero en su lugar, se encuentran sufriendo terriblemente bajo una tiranía malévola que está cometiendo cientos de crímenes de guerra (tal como matar a ciudadanos inocentes en Israel en sus escuelas, hospitales, y áreas verdes y aún a los ciudadanos árabes en Gaza). Hamas no puede proveer suficiente comida… [y tan] solo les ofrecen unas horas de electricidad cada día…
Israel tiene el derecho de proteger a su gente. Pero estos ataques terroristas y esta crisis humanitaria no pueden continuar.
El mundo necesita enfocarse enteramente en presionar a Hamas para que deje de atacar a Israel, abandone sus armas, y deje que las autoridades palestinas acierten el control y así empiecen a reconstruir con la ayuda de Egipto y los adinerados países del Golfo.
El pueblo en Gaza necesita ayuda. Fueron creados a la imagen de Dios – un Dios que les ama. Ellos merecen mucho mejor… Oremos…por una completa liberación política, económica y espiritual para los palestinos en Gaza.”
Joel Rosenberg entonces prosigue a contar de cómo poder donar a un enorme ministerio que él fundó para ayudar a los palestinos que sufren hambre y pobreza.
Este tema está muy cercano a mi corazón por muchas razones. Mi hermano y su familia viven en el Medio Oriente, trabajando extensamente con refugiados musulmanes de Siria y Iraq, más que nada con mujeres que han sufrido violación por los terroristas sanguinarios que tomaron sus pueblos. Como un cristiano, siento el llamado de Dios de amar a todas las personas, tal como Jesús lo hizo. He tenido el privilegio de visitar varios países musulmanes y tener amigos egipcios, turcos y árabes. Además, he visitado Israel y cruzado la frontera para visitar pueblos palestinos como Nazaret y Belén, y conocer la cada vez más pequeña población de cristianos palestinos que están bajo creciente persecución. Me apena ver como los medios de comunicación manipulan la situación y solo lo empeoran, sin buscar ayudar a los que sufren. Penosamente, los que menos se inclinan a ayudar son sus mismos prójimos, los árabes. Eso está cambiando lentamente con los tratos de paz que existen entre Israel con Egipto, Jordán y Arabia Saudita, en su intento de aplastar el terrorismo radical y sobre todo el archienemigo de todo el Medio Oriente – Irán. Se están dando cuenta que Israel, aunque no es un país perfecto, es parte de la solución y no su enemigo.
De seguro lo que oirán hoy no es lo que ven por las noticias o escuchan de algunos de sus profesores con posturas liberales. Viven en un mundo surreal según su propia cosmovisión, dando opiniones e imponiendo sus verdades, aunque apenas entienden el problema. Su gran solución suena algo así: “Si Israel solo dejaría que los palestinos tengan su propio país, habría paz en el Medio Oriente.”
Pero ¿esto representa la verdad?
El conflicto del estado de Israel y el pueblo palestino es uno de los más complejos de resolver, pero más fácil de explicar. Básicamente, es esto: Un lado, los palestinos, quieren al otro lado muerto. Del otro lado, los judíos quieren tener su propio estado y vivir en paz, al mismo tiempo reconociendo que los palestinos tienen el mismo derecho.
¿De dónde surge el conflicto entre los judíos y los palestinos?
Como historiador, me gustaría contárselo con detalle: Según la Biblia hace casi 4000 años atrás Abraham recibió una promesa incondicional de Dios para que sus descendientes por siempre sean dueños de esta “tierra prometida”, sin importar el comportamiento del pueblo hacia Dios. Isaac fue el hijo que recibió esta promesa, convirtiéndose en el padre del pueblo hebreo; el otro hijo de Abraham, Ismael, se hizo el padre de los “mezclados”, en hebreo, lo cual traducido al español es “árabe”. ¡Vemos que esta enemistad tiene 4 milenios de historia!
Jerusalén, antes conocido como Salem, fue conquistado por el histórico y heroico Rey David hace 3000 años atrás. La era dorada de Israel fue bajo su hijo, el Rey Salomón, pero poco a poco se fue deteriorando hasta la caída de Jerusalén a Babilonia en 586 a.C. Luego de un exilio de 70 años, el pueblo judío, bajo mucho sufrimiento, volvió a retomar su país.
Cuando el imperio griego, bajo Alejandro Mago, empezó a surgir, el pueblo judío nuevamente tuvo que protegerse de las imposiciones del nuevo reino, hasta que tuvieron la famosa Revuelta Macabea, en el año 167 a.C. Eventualmente esta segunda era dorada comenzó a deteriorarse hasta que finalmente Herodes el Grande, puesto por el César en 40 a.C., impuso un gobierno romano. Jesús nació en los últimos años de este reinado y murió en la época de Poncio Pilato. Luego de otra revuelta más del pueblo judío en 132 d.C., se enfureció Roma y bajo el Emperador Adriano se renombró la tierra Palestina (tomado del nombre Filisteo) y los judíos fueron expulsados de la tierra.
La tierra entonces conocida como palestina, bajo el gobierno romano, llegó a ser hogar para árabes, judíos y la cuna de una nueva religión mundial, el cristianismo. Pero luego del surgir del islam, todo esto cambió. El islam arrasó con todo el medio oriente y áfrica del norte, y Jerusalén fue tomado en el 637 d.C. En todos los lugares donde llegaban, en general se inculcaba, a pena de muerte, una nueva religión – el islam, una nueva ley – la Ley Sharía, un nuevo lenguaje – el árabe, y así borraron toda evidencia del judaísmo y el cristianismo. No todos los musulmanes eran violentos opresores, pero cuando llegaron los turcos bajo el General Salah ad-Din (o «Saladin») para iniciar la era de las cruzadas (la guerra total entre el catolicismo y el islam) al tomar Jerusalén en 1187 d.C., ya no había lugar para oposición. Los turcos formaron el imponente Imperio Otomano como seguimiento del Califato Islámico. Pero cuando este imperio cayó ante los ingleses durante la primera guerra mundial, su reino de terror se acabó, luego de casi 1000 años.
Durante todo este tiempo, la cultura, religión y lenguaje de los judíos había sido guardada fielmente, algo absolutamente imposible según antropólogos. Según sus estudios, un pueblo desterrado pierde sus raíces dentro de tan solo dos generaciones. Los judíos sobrevivieron incesante antisemitismo, la persecución bajo la Santa Inquisición de la Edad Media, el genocidio de los Nazi de la Segunda Guerra Mundial, etc. Aun así, ¡guardaron su cultura intacta por más de 71 generaciones! Parece que realmente son el pueblo escogido por Dios.
La pregunta surge entonces, ¿a quién le pertenece el territorio de Israel?
La historia y la arqueología dice que es de los judíos, pero también vivieron ahí por mucho tiempo árabes. También fue hogar al personaje más impactante en la historia humana, el Señor Jesucristo, criado en Nazaret al norte de Israel. El judaísmo, el cristianismo y el islam, las tres grandes religiones del mundo parecen tener derecho a esta tierra, convirtiéndolo en el mero centro del mundo. ¿Será para uno solo? ¿No podría ser de todos? Los judíos y cristianos argumentan que se puede compartir (en Israel conviven pacíficamente y ¡es la parte más turística del globo terráqueo!), pero el musulmán se opone rotundamente.
Desde la caída del Imperio Otomano en 1918 y en seis diferentes ocasiones, los poderes mundiales (llamados por muchos “cristianos”) y/o los judíos han ofrecido territorio a los palestinos a cambio de que ambos tengan su propio país y puedan así convivir en paz. Pero cada vez la oferta ha sido rechazada violentamente:
Rechazo #1: 1918 y 1936 – En 1918, durante la Primera Guerra Mundial, el Imperio Otomano, perdió catastróficamente contra Gran Bretaña y así perdió control de la tierra.
En 1936, los árabes se rebelaron contra los ingleses, su nuevo gobierno, en repudio de tener que convivir con sus vecinos judíos y cristianos. El gobierno inglés concluyó que dos pueblos querían gobernar el mismo territorio. ¿La solución? Dos estados serían formados, la del árabe más grande (80%) que del judío (20%, pero incluyendo a Jerusalén). La solución de dos estados fue aceptada por los judíos. Los árabes lo rechazaron con violencia.
Rechazo #2: 1947 – Luego del genocidio de los Nazi durante la Segunda Guerra Mundial, la ONU vio la necesidad de dar a los judíos su propia tierra y argumentaron nuevamente que se necesitaba la solución de dos estados. El voto internacional reconoció a Israel como un estado por primera vez en casi 2000 años de exilio de su tierra, pero los árabes lo rechazaron y de inmediato fueron a guerra contra los judíos. Israel se defendió con éxito del ataque de Egipto, Jordania, Iraq y Líbano, prosiguiendo así a construir su propio país, bajo el apoyo de la ONU y todos los países desarrollados del mundo. Israel decidió dejar la parte que llamamos Gaza para los palestinos, aunque no le debían nada al haber ganado la guerra. En lugar de que esa propiedad sea para los palestinos y un posible gobierno independiente, Jordania tomó posesión y maltrataron a los palestinos.
Rechazo #3: 1967 – La famosa “Guerra de los Seis Días” fue lanzada contra Israel, liderada por Egipto, Siria y Jordania. Israel ganó en una forma que muchos consideran “milagrosa”, en contra de toda probabilidad. Al ganar, tomaron posesión de todo el territorio, y el gobierno de Israel estaba dividido con qué hacer: la mitad querían darlo a los países árabes en intercambio por paz. La otra mitad quería dárselo a los palestinos. Ambas propuestas buscaban la paz y reconciliación. Ambas propuestas fueron rechazadas por los países árabes, con las famosas “Tres NO” del congreso de líderes árabes en Sudan: “NO haremos paz con Israel, NO reconoceremos a Israel, y NO negociaremos con los judíos.”
En 1978, Israel devolvió el territorio que había conquistaron a los egipcios (¡más grande que el mismo país de Israel!), la cual estaba repleta de petróleo, en un gesto de buena fe y así Egipto firmó un trato de paz con Israel.
Rechazo #4: 2000 – El Primer Ministro Ehud Barak de Israel y Yasser Arafat, como vocal de los palestinos, se juntaron para finalizar planes de una solución de dos estados. Israel ofrecía reconocimiento de un país palestino, el territorio de Gaza, 94% de la Ribera Occidental, y una mitad de Jerusalén como su capital (¡Aún más territorio que la resolución ofrecida por la ONU en 1948!). Arafat dijo NO. El Presidente Bill Clinton, quien estaba presente, exclamó: “[Arafat] estuvo aquí por 14 días, pero dijo NO a todo.” En respuesta a estas negociaciones, los palestinos mandaron una ola de atacantes suicidas contra Israel, la cual terminó matando a 1000 judíos y dejó lastimado a miles más.
Rechazo #5: 2005 – Israel, a pesar de no tener ningún trato de paz firmado con los palestinos, decidió evacuar el territorio de Gaza en un acto de buena fe. En lugar de usarlo para construir las primicias de un país, los líderes palestinos lo convirtieron en un centro de terrorismo, de donde, hasta el día de hoy, han mandado miles de misiles e incontables ataques terroristas en contra de Israel.
Rechazo #6: 2008 – Israel nuevamente extendió los términos de 2000, pero aumentó aún más tierra para hacer que palestina se anime a aceptar la propuesta. Palestina dijo NO, seguido por más ataques terroristas.
Vemos claramente que Israel ha intentado buscar paz con sus vecinos árabes, pero han sido rotunda y violentamente rechazados. ¿Cuál es la solución? Israel no necesita ser presionado más para hacer un trato de paz, pues ya lo han estado haciendo, más bien el liderazgo palestino y sus vecinos árabes deben ser presionados a aceptar la solución de dos estados. Todo lo que los palestinos deben hacer es reconocer a Israel como un estado legítimo, tal como lo hace el resto del mundo desarrollado, y prometer vivir en paz con ellos. Israel está dispuesto, al parecer los palestinos no.
Hoy en día, los medios de comunicación y la educación palestina guiadas por Hamas inculcan a sus hijos a odiar a judíos y cristianos, a glorificar el terrorismo, y a repetir una y otra vez que Israel no debe existir. En Israel les enseñan a sus hijos a respetar a sus vecinos palestinos y buscar la paz.
Hamas, líderes actuales de palestina, son reconocidos internacionalmente como un grupo terrorista. Su lema es: “Amamos la muerte así tanto como los judíos aman la vida.” Otros grupos terroristas similares a ellos son Hezbollah, ISIS, Boko Haram, Al-Qaeda, etc. Ellos predican incesantemente el terrorismo islámico, con frases como: “¡Muerte a Israel! ¡Muerte a América!” El liderazgo palestino, en lugar de buscar la paz, han sido guiados cada vez más por el islam radical en lugar de un islam pacífico. Cada vez más los palestinos están cansados de estos terroristas destruyendo su futuro, pero ¿cómo pueden deshacerse de sus opresores? Ven a Israel como un país desarrollado de primer mundo, y ellos pasando hambre y viviendo en mentiras.
El reconocido autor y conferencista Dennis Prager lo dijo así:
“Hay 22 estados árabes en el mundo, extendiendo del océano pacífico al indio. Hay tan solo un estado judío en el mundo, aún más pequeño en territorio que El Salvador. Si mañana Israel baja sus armas y declaran al mundo, ‘no pelearemos más’, ¿qué les pasaría? Pero, que tal si los árabes bajarían sus armas y declararían al mundo, ‘no pelearemos más’, ¿qué les pasaría? En el primer caso, habría una destrucción inmediata y total de Israel y genocidio sistemático de su población. En el segundo caso, habría paz el próximo día.
Entonces, ¿por qué no puede la nación de Israel, tan solo el tamaño de El Salvador, tener el derecho de existir?”
Como podemos ver, es algo fácil explicar el problema, pero muy difícil de resolver. Un lado quiere al otro muerto. El otro quiere tener su propio estado y vivir en paz. No anhelamos más guerra, queremos el bien para los judíos y los palestinos, pero si no paramos el creciente terrorismo islámico esto será imposible. ¿Qué debemos hacer? Edmund Burke dijo: “La única cosa necesaria para que la maldad triunfe, es que los buenos hombres hagan nada.” El silencio no puede ser nuestra respuesta.
#SoliDeoGloria
Leer la historia te abre los ojos.
Es cierto, ya haba leido de los ofrecimientos de paz de Israel….a veces juzgamos sin conocimiento.
Excelente, Richard. Gracias por el comentario. Dios le bendiga.
Hola Christopher! Saludos desde Bogotá. Tienes toda la razón frente al tema. No esta por demas decir (sin ánimo de entablar juicio), que Hamas tiene como bases militares muchos lugares donde habita población civil, como los colegios. El escudo que usa Hamas son los habitantes de Gaza, y por esos muchos civiles (niños, mujeres, ancianos) mueren sin tener como defenderse, y los medio de comunicación nos desinforman diciendo que Israel ataca a propósito a la población civil en Gaza.
La idea con este tipo de escritos es abrir los ojos de quienes a veces juzgamos sin conocer las dos caras de la moneda. Muchas gracias por la información suministrada.
Pdta. Me contaron que estarás en la feria del Libro en Bogotá. Dios mediante tendré la oportunidad de conocerte y hablar sobre tu libro: Confesiones de un Inquisidor, y además hablar de todos estos temas que llevan mucho de historia y teología.
Dios te bendiga, nos vemos pronto!!
Santiago,
Muchas gracias por tomarte el tiempo de leer este material y dar una respuesta tan bien formulada en cuanto a un tema bastante completo.
Estaremos en la Feria de Libros de Bogotá este año, por primera vez. La verdad estamos muy emocionados por la oportunidad y sin duda nos encantaría que pases para saludarnos y así también conversar juntos.
Muchas bendiciones.
Gracias por tu informe conciso en el cual se puede notar que, el principal problema de la desinformación en el resto del mundo, relacionado a este magro conflicto, es la prensa. Ésta no informa adecuadamente sobre el tema. Dice: «El ataque de Israel ocasionó la muerte de (…) niños y mujeres», pero no explaya con detalles que estas inocentes víctimas son cobardemente usadas como escudo y carne de cañón, para fomentar el odio de la opinión pública mundial hacía Israel. Yo amo a Israel y lo siempre lo bendeciré en el nombre de Yeshua Mashiaj Ben Adonai
Muchas gracias por tomar el tiempo de no tan solo leer pero dejar un comentario útil para otros lectores. Dios le bendiga.
Muy de acuerdo con todo lo que dices, Chris. Pero es importante notar que el conflicto actual tiene sus raíces en la impaciencia de Abram y Sarah. Dios les hizo una promesa de darles un hijo. Al pasar los años Sarah le sugerio a Abram que tomara a su sirvienta Hagar y procrear un hijo con ella. No esperó que se cumpliera la promesa de Dios. Por lo tanto el hijo que nació fue Ismael. Desde entonces no ha habido paz entre el pueblo de Israel y los descendientes de Ismael.
Gracias por su mensaje, Nisa. Ya que el escrito original fue más enfocado en una audiencia de Ciencia Política, no entré tanto en este punto. Pero tiene toda la razón, y creo que el «por qué» del problema reside ahí, y aún creo que podrá tener mucho que ver con lo que vendrá en el futuro en cuanto a Escatología. Bendiciones.